martes, 13 de septiembre de 2011

¡El final de Memín!

Este blog ha llegado a su conclusión definitiva en cuanto a su producción de entradas de la revista y material relacionado (digno de mención, ni crean que voy a molestarme en hacer de la revista de Memín para colorear que fue pura cosa para párvulos, ni tampoco sus calendarios temáticos que ni al caso).
Sin embargo, una pregunta persiste: ¿Qué ha pasado con Memín? ¿Qué fue de ese negrito simpaticón que tanto nos entretuvo con sus aventuras después de que éstas llegaron a un abrupto final? Por supuesto, todos nos fuimos con la idea de que es eterno y vive en una realidad que permanece igual donde no le pasan los años en un círculo que no deja de girar. No obstante…
Existen rumores sobre las razones por las que dejó de aparecer en las historietas, disimulando su ausencia con repeticiones contantes de los eventos que no tienen para cuando terminar. Uno de estos indica que Memín finalmente llegó a un punto en que no aguantaba su apariencia física, por lo que se apuntó para que le aplicaran toda una serie de complicados procedimientos de cirugía plástica (financiados por el padre de Ricardo tras hacerle la barba durante semanas), los cuales lograron hacer que le creciera cabello, se blanqueara su piel e incluso aumentara su estatura. Por desgracia, estos tuvieron efectos secundarios que alteraron su mente, desarrollando una conducta extraña que lo hizo más apegado a sus amigos que nunca, lo que lejos de agradarles, les empezó a incomodar sobremanera, al grado de que tuvieron que levantar cargos para que le pusieran una orden de restricción. Por desgracia, les salió el tiro por la culata, ya que Memín se librò, los demandó y se quedó con el dinero de los Arcaraz para comprarle un rancho a Eufrosina.

Su relación con sus amigos nunca volvió a ser la misma, dicen.
Otras fuentes alegan que Memín quedó tan impresionado luego de ver la película Daredevil, que tomò la resolución de que si un Kingpin afroamericano era capaz de hacerla en Nueva York, un “afromèxicano” podría hacerlo también. Pero no contaba con que el titulo ya le pertenecía al Kingpin caucásico original, por lo que tuvo que contratar los servicios del mismísimo Spider-man, para que se ocupara de poner en su lugar al gordinflón. Grave error. No sólo Spidey fracasó, sino que Kingpin se enteró de la ambición del negrito y no le hizo mucha gracia que un fuereño enano fuera tan pretencioso, ordenando inmediatamente que lo mataran.

A partir de entonces, las cosas empeoraron para Memín. Los sicarios de Kingpin allanaron su casa, hiriendo mortalmente a Eufrosina cuando intentaba proteger a su retoño de los balazos (pero con la tabla con clavo, despachó a todos los malosos). Desconsolado, Memín no pudo hacer nada más que acompañarla en su lecho de muerte, sintiéndose culpable al ser indirectamente responsable.
Por supuesto, una vez que lo hubo superado, Memín emprendió una cruzada para destruir el imperio de Kingpin y hacerle pagar por la muerte de su mà linda. Esta empresa no duró mucho (después de todo, por más que lo intentara, Memín no es Punisher), ya que casi enseguida los sicarios de Kingpin arreglaron el catre en que estaba durmiendo, y basta con decir que cuando el negrito se fue a costar, ya nunca volvió a despertar.
Y así, el infortunado Memín vio el final de sus días, con su cuerpo enterrado en algún paraje abandonado.
¿Qué habrá sido lo que realmente le sucedió a este gran personaje? Nadie lo sabe y tal vez nunca lo sepamos. Lo único que sabemos es que, aunque se haya ido para siempre o no podamos reconocerlo nunca más, seguirá viviendo en nuestros corazones tal y como lo recordamos y en las interminables repeticiones de sus aventuras por parte de Editorial Vid.
Adiós, Memín, y gracias por todo el entretenimiento y controversias que nos brindaste. ¡Nunca te olvidaremos! Y como seguramente tú dirías… ¡Arriveverchi y ai los vidrios!