El final de las aventuras de Memín, tal y como se vio en su segunda versión. A través de un misterioso personaje, los cuatro amigos contemplarán su pasado común, así como los lectores, en un ciclo interminable.
Después de un día normal de clases tras la lucha desesperada por recuperar al hijo del profesor Romero, los cuatro amigos observan en la calle a un extraño individuo de alta estatura y estrafalaria indumentaria. Impulsado por la curiosidad, Memín se le acerca para preguntarle quien es, y el hombre responde que es un “hombre de ciencia”, que utiliza su esfera de cristal para revelar el pasado, presente y futuro (pero eso no es ciencia, es más bien un “arte”). Los demás se acercan, igual de curiosos que él, y Memín espeta que el presente cualquiera lo sabe y el futuro se inventa. El hombre les ofrece una demostración para que comprueben que es legítimo, y le piden que les muestre el pasado, desde el día en que se conocieron los cuatro. Éste acepta y les piden que lo acompañen detrás de una barda para mostrarles el pasado. Olvidándose de que no deben andarse yendo con extraños (y menos cuando les ofrecen esta clase de exhibiciones tan sospechosas), los cuatro lo siguen sin dudar ni un momento. El hombre saca su esfera, y les indica que lo rodeen para que vean a través de ella, una vez que pasa el tradicional efecto de la niebla en su interior. Como una película, empiezan a pasar Memín Pinguín #1, con todo y los diálogos iniciales del narrador que va presentando la escuela primaria Benito Juárez. Así es, los mismos eventos del principio, exactamente iguales, sólo que con la variación de que pueden verse a Memín y sus amigos, mirándose a si mismos a como eran en aquel entonces. Con comentarios e impresiones alrededor de incidentes como las presentaciones individuales, el despotismo inicial de Ricardo que lo hacía despreciar a los demás, todos los mismos rollos, se repite la misma historia. El numero 366 termina con la aparición del adivino, y en el siguiente numero, se da la repetición del principio. Para el 368, en las paginas del resumen, Memín ya sale diciendo a sus lectores que hagan de cuenta que no se habían conocido antes y así seguir, repitiendo todos los incidentes, hasta dar una vuelta completa, la cual continuaría y continuaría indefinidamente. Considerando que la segunda versión duró más de mil ediciones, puede suponerse que por lo menos le dieron tres vueltas antes de su cancelación. Tristemente, la repetición interminable significa un pésimo recurso argumental en que la autora, simplemente, quiso decir que se le acabaron las idas. Pero no se le puede culpar, después de los pobres manejos que empezó a darle a partir del numero 300. Sólo que para lectores de antaño es como darles un bofetada por hacerles pasar por lo mismo una y otra vez sin novedades (salvo por las portadas, que a partir del 367 fueron espectaculares, con un entintado más elegante y detallado), así que ese recurso cuenta más para coleccionistas empedernidos y lectores de nuevo ingreso. *Nota: La numeración entre la revista clásica y la moderna no coinciden por razones extrañas. Existe la teoría de que en sus inicios, los primeros números se repitieron, y por eso la tercera versión tiene esa diferencia de números. Sin embargo, siempre se dice que en sus origines, la historia tuvo 372 capítulos, que serian adaptados en las siguientes versiones. Si esa cantidad implica que la historia se extendió más o los ejemplares tenían menos páginas (y por lo tanto, menos contenido, indicando que la segunda versión podría haber acarreado buena tanda de tramas nuevas antes de recurrir a repeticiones), es algo difícil de saber para quienes no vivieran en aquellos tiempos o que pudieran recordarlo con exactitud. Sin embargo, la cosa aquí, es que cuando se llegó al 350, se decidió no irse por las repeticiones. ¿Por qué? Posiblemente porque ya tiene tiempo publicándose la “Edición Homenaje” (que salió coincidentemente cuando Memín se hizo más popular gracias a la liberación de unos timbres postales, y que actualmente sigue publicándose con más o menos doscientos números de diferencia, a la par con una edición que compila los ejemplares de la misma en capitulos de diez en diez), o porque no tiene caso repetir sin el arte grafico de Sixto Valencia (ni usando sus dibujos del pasado podrán disimular el principio considerando los primeros dos números en que salen Memín y sus amigos al lado del adivino, y ni locos podrían hacerlo con el dibujante nuevo, ya que sin duda seria el final). Así que en vez de eso, se decidió continuar con la revista utilizando tramas completamente nuevas. ¿Una buena idea? No tanto, la verdad. Por deficiente que pareciera por momentos, hay que aceptar que Memín no es nada sin la dirección de Yolanda Vargas Dulché. La continuidad a través de una persona anónima, está comprometida por el uso de malísimas y ocurrentes tramas sacadas de la manga, situaciones absurdas que se resuelven de un numero al otro, y caracterizaciones demasiado acartonadas.
La próxima entrada se referirá a la continuidad actual de Memín Pinguín. De momento, este es el final que tuvo su versión clásica. Desconcertante, pero inolvidable. Así es este personaje y sus entretenidas anécdotas.
Después de un día normal de clases tras la lucha desesperada por recuperar al hijo del profesor Romero, los cuatro amigos observan en la calle a un extraño individuo de alta estatura y estrafalaria indumentaria. Impulsado por la curiosidad, Memín se le acerca para preguntarle quien es, y el hombre responde que es un “hombre de ciencia”, que utiliza su esfera de cristal para revelar el pasado, presente y futuro (pero eso no es ciencia, es más bien un “arte”). Los demás se acercan, igual de curiosos que él, y Memín espeta que el presente cualquiera lo sabe y el futuro se inventa. El hombre les ofrece una demostración para que comprueben que es legítimo, y le piden que les muestre el pasado, desde el día en que se conocieron los cuatro. Éste acepta y les piden que lo acompañen detrás de una barda para mostrarles el pasado. Olvidándose de que no deben andarse yendo con extraños (y menos cuando les ofrecen esta clase de exhibiciones tan sospechosas), los cuatro lo siguen sin dudar ni un momento. El hombre saca su esfera, y les indica que lo rodeen para que vean a través de ella, una vez que pasa el tradicional efecto de la niebla en su interior. Como una película, empiezan a pasar Memín Pinguín #1, con todo y los diálogos iniciales del narrador que va presentando la escuela primaria Benito Juárez. Así es, los mismos eventos del principio, exactamente iguales, sólo que con la variación de que pueden verse a Memín y sus amigos, mirándose a si mismos a como eran en aquel entonces. Con comentarios e impresiones alrededor de incidentes como las presentaciones individuales, el despotismo inicial de Ricardo que lo hacía despreciar a los demás, todos los mismos rollos, se repite la misma historia. El numero 366 termina con la aparición del adivino, y en el siguiente numero, se da la repetición del principio. Para el 368, en las paginas del resumen, Memín ya sale diciendo a sus lectores que hagan de cuenta que no se habían conocido antes y así seguir, repitiendo todos los incidentes, hasta dar una vuelta completa, la cual continuaría y continuaría indefinidamente. Considerando que la segunda versión duró más de mil ediciones, puede suponerse que por lo menos le dieron tres vueltas antes de su cancelación. Tristemente, la repetición interminable significa un pésimo recurso argumental en que la autora, simplemente, quiso decir que se le acabaron las idas. Pero no se le puede culpar, después de los pobres manejos que empezó a darle a partir del numero 300. Sólo que para lectores de antaño es como darles un bofetada por hacerles pasar por lo mismo una y otra vez sin novedades (salvo por las portadas, que a partir del 367 fueron espectaculares, con un entintado más elegante y detallado), así que ese recurso cuenta más para coleccionistas empedernidos y lectores de nuevo ingreso. *Nota: La numeración entre la revista clásica y la moderna no coinciden por razones extrañas. Existe la teoría de que en sus inicios, los primeros números se repitieron, y por eso la tercera versión tiene esa diferencia de números. Sin embargo, siempre se dice que en sus origines, la historia tuvo 372 capítulos, que serian adaptados en las siguientes versiones. Si esa cantidad implica que la historia se extendió más o los ejemplares tenían menos páginas (y por lo tanto, menos contenido, indicando que la segunda versión podría haber acarreado buena tanda de tramas nuevas antes de recurrir a repeticiones), es algo difícil de saber para quienes no vivieran en aquellos tiempos o que pudieran recordarlo con exactitud. Sin embargo, la cosa aquí, es que cuando se llegó al 350, se decidió no irse por las repeticiones. ¿Por qué? Posiblemente porque ya tiene tiempo publicándose la “Edición Homenaje” (que salió coincidentemente cuando Memín se hizo más popular gracias a la liberación de unos timbres postales, y que actualmente sigue publicándose con más o menos doscientos números de diferencia, a la par con una edición que compila los ejemplares de la misma en capitulos de diez en diez), o porque no tiene caso repetir sin el arte grafico de Sixto Valencia (ni usando sus dibujos del pasado podrán disimular el principio considerando los primeros dos números en que salen Memín y sus amigos al lado del adivino, y ni locos podrían hacerlo con el dibujante nuevo, ya que sin duda seria el final). Así que en vez de eso, se decidió continuar con la revista utilizando tramas completamente nuevas. ¿Una buena idea? No tanto, la verdad. Por deficiente que pareciera por momentos, hay que aceptar que Memín no es nada sin la dirección de Yolanda Vargas Dulché. La continuidad a través de una persona anónima, está comprometida por el uso de malísimas y ocurrentes tramas sacadas de la manga, situaciones absurdas que se resuelven de un numero al otro, y caracterizaciones demasiado acartonadas.
La próxima entrada se referirá a la continuidad actual de Memín Pinguín. De momento, este es el final que tuvo su versión clásica. Desconcertante, pero inolvidable. Así es este personaje y sus entretenidas anécdotas.
Como ya he indicado en otras publicaciones, el final del adivino lo precipitaron en la primera version a colores, 1986-1993.
ResponderEliminarEn junio de 1993, numero 327, aparece el adivino. Se saltan tres tramas originales: Concha, los extraterrestres, y el secuestro.
En resumen, el adivino aparece:
ResponderEliminar-Version original en PEPIN: ?
-Version 1960s, sepia: 367, luego del secuestro del hijo del profesor
-Version color, 1986-1993: 327, luego de la mudanza de Memin al barrio de Ernestillo.
-Version 2000:
inician tramas nuevas en el 350, luego del secuestro del hijo del profesor
adivino aparece en el 442, con la ultima historia 'nueva' en el mundial Sudafrica 2010.
correcto?
Si, justamente es asì. Pero por lo que has comentado... ¿Significa que el adivino que aparece en el 327 se manifiesta de manera diferente? Porque le darìa un giro al asunto que convertiria ese nùmero en particular una curiosidad porque no serìa exactamente igual al de la segunda vez. Me refiero a si lo viste por ti mismo o son simples conjeturas (porque de ser asi, significaria que en ese nùmero de 1993 simplemente cancelaron y repitieron pero sin un adivino de por medio).
EliminarEn resumen, el arte:
ResponderEliminar-Version 1960s, Sixto Valencia en sepia, del 1 al 367. Todo esto son historias de YVD.
-Version 1980s, Sixto Valencia rehace su obra de los 1960s, a color, pero termina ANTES, en el 327, omitiendo tres historias de YVD.
-Version 2000s:
-Obra de Sixto Valencia termina en 327
-Dibujantes desconocidos rehacen el trabajo de Sixto Valencia en sepia, en las historias finales de YVD: Concha, extraterrestres y secuestro.
-Dibujantes desconocidos ilustran historias totalmente nuevas, escritas por autores igualmente anonimos, del 350 al 442.
Como conclusion:
ResponderEliminar-La corrida sin repeticion mas larga de Memin es la de los 2000, que combina la obra original de Yolanda VD con historias nuevas, para un total de 442 numeros.
-La corrida mas corta es la de 1986-1993, 327 numeros, que concluyo antes que su predecesora.
-La corrida numerica mas larga es la de los 60s, que supero los mil numeros, repitiendo la historia al menos tres veces.